A rede foi criada por missionários e religiosos da Igreja
Católica para intervir no processo de deterioro das comunidades indígenas e seus
modos de vida tradicionais, ocasionado pelo avanço das atividades extrativistas
na selva amazônica.
Segundo o comunicado final,
redigido ao final do encontro, estas comunidades enfrentam um "riesgo de
deterioro irreversible, como consecuencia de los nuevos proyectos de producción
petrolera y minera. Ello tiene importantes consecuencias, no solo para el ecosistema, sino
también para la vida de los pueblos amazónicos y sus culturas".
Povos
isolados
O documento cita, ainda, as
recentes mortes de indígenas Taromenane
e Waorani, povos em isolamento voluntário que sofreram trágicas intervenções
em seu território, no Parque Nacional Yasuní, por causa da expansão da
atividade petroleira na região.
Especialistas neste tema,
vinculados à ONG equatoriana Acción Ecológica, afirmam que as atividades petroleiras
e as máfias madeireiras que atuam, impunes, na zona, contribuíram
substancialmente para o incremento dos conflitos envolvendo estes grupos.
ENCUENTRO RED AMAZONICA DEL ORIENTE ECUATORIANO
PUYO (ECUADOR), 22 al 24 de abril de 2013
COMUNICADO FINAL
1.- La Iglesia católica que vive en el Oriente
Ecuatoriano, acompañada por el Departamento de Justicia y Solidaridad del
CELAM, junto a misioneros de otros países hermanos y representantes de
organizaciones fraternas, preocupada por el progresivo deterioro de la Amazonia
y de sus culturas tradicionales, se ha reunido en Puyo del 22 al 24 de abril
para defender la vida y a los pueblos amazónicos amenazados.
2.- Los Vicariatos de Sucumbíos, Aguarico, Napo,
Puyo, Méndez y Zamora, presididos por sus obispos, acompañados por Pastoral
Social Caritas Ecuador, iniciaron hace dos años un proceso de reflexión para
conocer mejor nuestra realidad, compartir nuestras preocupaciones, buscando
respuestas y caminos eficaces para promover un modo de vida compatible con la
defensa de los pueblos y comunidades amazónicas en toda su diversidad. Hemos
aprendido mucho de esta experiencia valiosa que queremos fortalecer y
desarrollar en los próximos años, compartiendo acciones significativas que
apunten caminos de futuro.
3.- Desde el Concilio Vaticano II, que nos pide
proteger la creación como mandato del Señor, la preocupación por la naturaleza
se está manifestando cada vez con más fuerza y claridad en nuestras comunidades
cristianas.
- El Papa Benedicto XVI,
en un discurso de 2007 a los jóvenes en Sao Paulo, denunció la “devastación
ambiental de la Amazonía y las amenazas a la dignidad humana de sus pueblos”
(Aparecida n. 85).
- El documento de la V
Conferencia de obispos latinoamericanos reunidos en Aparecida, señala que: “en
las decisiones sobre las riquezas de la biodiversidad y de la naturaleza, las
poblaciones tradicionales han sido prácticamente excluidas” (Aparecida n. 84).
- Los Obispos del
Ecuador, en un documento del pasado año, afirman que “el compromiso de cuidar
nuestro planeta nos invita a buscar todos los medios posibles para mitigar los
impactos sociales y ambientales,…. particularmente de las explotaciones
petroleras y mineras” (“Crecer en la fe, cuidar nuestro planeta”).
- El sínodo de obispos de
2012 nos recuerda que el cuidado de la creación “manifiesta la solidaridad intergeneracional
con aquellos que vienen después de nosotros” (Sínodo 2012 n. 56).
- Finalmente, destacamos
un reciente llamado a la acción del Papa Francisco con estas palabras:
“Quisiera pedir por favor a todos los que ocupan puestos de responsabilidad en el
ámbito económico, político o social, a todos los hombres y mujeres de buena
voluntad: seamos custodios de la creación, del designio de Dios inscrito en la
naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; no dejemos que los signos
de destrucción y de muerte acompañen nuestro caminar… Cuando no nos preocupamos
por la creación y por los hermanos, entonces la destrucción gana terreno y el
corazón se vuelve árido”. (Homilía en la Misa de comienzo de pontificado, 19 de
marzo de 2013).
4.- Tanto la Constitución ecuatoriana, como las
políticas públicas y las normativas que se vienen desarrollando bajo su amparo,
constituyen, en principio, un marco favorable para promover la defensa de la
naturaleza y el buen vivir de la ciudadanía y de los pueblos. Constatamos, sin
embargo, que el ecosistema amazónico ecuatoriano, ya muy debilitado, corre un
grave riesgo de deterioro irreversible como consecuencia de los nuevos
proyectos de producción petrolera y minera. Ello tiene importantes
consecuencias, no solo para el ecosistema, sino también para la vida de los
pueblos amazónicos y sus culturas. Hechos como las recientes y trágicas muertes
en las comunidades Waorani y Taromenane, sumadas a otras que se han venido
produciendo de campesinos y trabajadores en la misma zona, nos indican que los
derechos, formalmente reconocidos, no son suficientemente protegidos. No
estamos siendo capaces de defender la vida de los pueblos no contactados y de
quienes les rodean. Denunciamos la falta de investigación sobre muchos de estos
hechos de violencia, la ausencia de un control
efectivo de armas, y el
fracaso de las medidas cautelares adoptadas para defender a estos pueblos y
buscar formulas de dialogo y convivencia pacífica.
5.- Como Iglesia, queremos seguir anunciando al
Dios Creador y Salvador, garante de la vida de todos los pueblos, que bendice a
los constructores de paz en este complejo contexto amazónico. Aspiramos a que
esta acción coordinada que comienza a florecer en Ecuador, acompañada por
agentes de pastoral de otros países hermanos, pueda pronto articularse en una
red eclesial pan-amazónica que, poco a poco, busque su propio lenguaje, y sea
capaz de definir, desde la inspiración evangélica, propuestas alternativas a
los actuales modelos de desarrollo en Latinoamérica.
6.- “Custodiar la creación, cada hombre y cada
mujer, con una mirada de ternura y de amor, es abrir un resquicio de luz en
medio de tantas nubes oscuras, es llevar el calor de la esperanza” (Papa Francisco).
Acogemos esta invitación del Papa a ser custodios de la naturaleza y de sus
criaturas, y hacemos un llamado urgente a buscar caminos de convivencia
pacífica entre todos los pueblos y habitantes de la Amazonia. Pedimos que se
detenga este desangre en la selva, ocasionado por presiones de todo tipo y por
poderosos intereses para los cuales los pueblos desprotegidos son meros
obstáculos para el mal llamado desarrollo.
7.- Animamos a las comunidades indígenas a que
valoren sus identidades y las defiendan, aunando esfuerzos para contrarrestar
las divisiones y confrontaciones que nos debilitan. Urgimos a nuestras
autoridades a buscar caminos de paz y convivencia que solo pueden construirse
sobre la búsqueda de la verdad y el compromiso de proteger los derechos de los
pueblos más débiles. Necesitamos recuperar la reverencia por toda la creación.
Necesitamos reaprender que somos parte de ella y que ella es parte esencial de
nosotros. Queremos vivir de otra manera, de un modo más respetuoso con nuestro
entorno, y poder renovar así nuestra fe en aquel gran proyecto de Dios, que
hizo todo y vio que todo era bueno. Así hemos recibido este mundo y así lo
queremos custodiar.
146 hermanas y hermanos, participantes del
Encuentro de la Red Eclesial Amazónica, provenientes de 12 países, reunidos en
Puyo del 22 al 24 de abril de 2013
Mons. Jesús Sádaba
+ Obispo Vicario Apostólico de Agurarico
En representación de los Obispos Vicarios
Apostólicos del Oriente Ecuatoriano
Mons. Julio Parrilla Díaz
+ Obispo de Riobamba
+
Administrador Apostólico de Loja
Presidente
de la Comisión Episcopal de Pastoral Social
En representación
de Pastoral Social Cáritas Ecuador